Esto significa que son estos elementos los que, en un mismo espacio y tiempo, son considerados valiosos. Algunos de ellos alcanzan más valía que otros, y en la veteranoía de los casos han sido sometidos a examen en algún momento.

Por otro lado, se descuida el mandato del Señor Jesucristo: predicar el evangelio y hacer discípulos. Hoy, salvo raras excepciones, no se predica el verdadero evangelio ni se instruye como es correcto acerca de lo que el Señor ha demandado específicamente para su Iglesia.

A lo que sí debemos oponernos es, a la forma indebida y compulsiva con que se la quiere imponer; argumentando falsamente, que este sustento debe ser a través del “diezmo”.

Asimismo es frecuente que usemos la expresión «de suma importancia». En concreto, la empleamos con el claro objetivo de dejar constancia de que una cuestión concreta es básico y se encuentra por encima de otras muchas.

Sin embargo, si nuestra meta es acumular tesoros en el cielo, viviremos una vida de obediencia a Dios usando nuestros recursos para su servicio y para extender su reino en la tierra. El uso que demos a nuestro capital reverberará el corazón de Dios.

El diezmo es una actos basada en la calidad del Antiguo Testamento. Los israelitas tenían la obligación de ofrendar el 10% de sus cosechas y ganancias para contribuir con el sustento del templo. El diezmo se usaba igualmente para sostener a los levitas (sacerdotes) y para ayudar a los necesitados.

No se encuentra en el Nuevo Testamento que esta misma norma haya sido dada también para la Iglesia. Es asegurar, “el diezmo” es un mandamiento, es calidad y lo fue para el pueblo de Israel.

 En segundo sitio, no junto a ninguna duda que Dios se estaba dirigiendo, expresamente, al pueblo de Israel cuando dice:

La importancia no es algo my review here que, únicamente, se pueda destacar en los seres vivos. Los objetos asimismo pueden ser concebidos como utensilios de gran valía y, en ocasiones, su trascendencia y su impacto para la historia y la Civilización hacen que sea necesario preservarlos.

Darse algún importancia: Se refiere a la tendencia de alguien a sobrevalorar su propio valor o relevancia.

Frente a este panorama, las condiciones han sido propicias para que en estos últimos tiempos prolifere una gran cantidad de “iglesias” que, en el nombre del Señor, sostienen y predican que sus miembros –e incluso aquellos que no lo son-, deben ofrendar el diezmo de sus ingresos, bajo el cargo de que el Señor les retirará sus bendiciones si no lo hacen.

Esta manipulación de las personas, ha logrado el principio de verdaderas empresas en donde se manejan fuertes capitales y cuyo fin primario, por no decir exclusivo, es el de llenar las arcas de “falsos pastores” que un día tendrán que acertar cuenta de sus actos delante del Señor.

En la vida cotidiana, el concepto de importancia nos ayuda a tomar decisiones informadas y a priorizar nuestras actividades. Al determinar qué es en realidad importante para nosotros, podemos concentrar nuestra energía y tiempo en aquellas cosas que contribuyen a nuestro bienestar y prosperidad.

Civilización y educación: La Civilización en la que nos hemos criado y la educación que hemos Discover More recibido juegan un papel fundamental en cómo valoramos diferentes aspectos de la vida.